Poesía, dibujo, diseño, pintura, fotografía, todo junto y mezcladito como columna de opinión sobre la actualidad de México en un periódico impreso. Un editorialista del ojo.
por Rubén Gil
Pinturas de opinión es una serie que usó como soporte un medio periodístico impreso, la realicé semanalmente durante 2017 y parte de 2018 en el periódico El Independiente de Hidalgo, en México. Las temáticas son diversas y regularmente tienen que ver con sucesos acontecidos en la semana anterior a la publicación.
Las piezas realizadas se encuentran entre disciplinas, desde el dibujo, la pintura y la gráfica digital, siempre en pos de la poesía mezcla de la imagen y la palabra como imagen. Al usar el periódico como soporte se rememora, tal vez de un modo un tanto romántico, a las publicaciones futuristas y dadaístas de hace cien años, pero no en el mismo sentido, pues no se emite ningún comunicado, más bien se estetiza algún suceso público, no sólo por la forma en sí, sino por la manera en que se le aborda desde una reflexión formal, textual y temporal.
el hecho de que este objeto pierda su valor de uso de un día a otro y se convierta en receptáculo de orines de mascotas, limpiador de vidrios o envoltorio de aguacates, funciona como perfecto comentario sobre el arte contemporáneo y sus sistemas de poder y empoderamiento.
Llamé a la serie El Acto Inútil, porque el hecho de que este objeto pierda su valor de uso de un día a otro y que por lo mismo cambie las posibilidades de función, convirtiéndose en receptáculo de orines de mascotas, limpiador de vidrios o envoltorio de aguacates, funciona como perfecto comentario sobre el arte contemporáneo y sus sistemas de poder y empoderamiento, en donde yo por lo menos, espero que tras ser perfectamente recortado en sus ángulos rectos de su contorno esta obra de poética pueda servir para limpiarle a cualquiera las nalgas.
No me lo tome a mal, yo también amo el arte en muchas de sus manifestaciones, tanto presentes como pasadas, solo que de un tiempo acá he tenido a bien pensar que el arte debe su riqueza a la infinidad de actos inútiles que le han nutrido, de tal manera que actualmente el arte me recuerda a un personaje de los 80s, interpretado por el cómico mexicano Héctor Suarez, bautizado Tránsito y apodado “el milusos”, quien por la necedad de querer comer a diario se enfrascaba en cualquier tipo de trabajo y como el que mucho abarca poco aprieta, nunca comió bien y lo único que apretó fue el cinturón, en otras palabras, el que sirve para todo es porque no sirve de nada.
Rubén Gil nació en México, en 1978. Es artista visual y relaciona medios digitales, electrónicos y plásticos. Actualmente su trabajo está centrado en la improvisación audiovisual. Es colaborador de la Revista Marvin, periódico El independiente de Hidalgo y la revista digital Planisferio. Entre exposiciones, colaboraciones, sampleos y conciertos audiovisuales, su trabajo ha sido presentado en el Museo Manuel Felguérez, Casa Vecina, Centro de Cultura Digital , Centro Cultural de España, Ex Teresa Arte Actual, Casa del Lago, MUCA, Laboratorio Arte Alameda, Museo Universitario del Chopo, SAPS, Cuartel del Arte, Galería Leo Acosta entre otros.