El Hombrecito, banda de poesía y música formada en el 2008 en la República Dominicana, acaba de lanzar y presentar su tercer disco, Fin de la transmisión. Conversamos con ellos acerca de esto y de su trayectoria de más de diez años.
entrevista de Marcelo Díaz
El Hombrecito es la banda de los poetas Homero Pumarol y Frank Báez, y es la banda de los músicos Ángel Rosario, FJ Soriano y Marino Peña. Porque El Hombrecito es poesía + música, y viceversa. Han lanzado dos discos de larga duración Llegó el Hombrecito (2009) y La última vuelta (2012), y un dvd con filmaciones de uno de sus espectáculos: El Hombrecito. La última vuelta. En vivo en el Palacio de Bellas Artes (2013). El pasado siete de marzo lanzaron su último disco titulado Fin de la transmisión.
NAU -En el documental El Hombrecito: Aprendiendo a ser un Hombrecito cuentan que la banda se fue armando de a poco y de manera más o menos casual, y además dicen que todos provenían de ámbitos distintos. ¿Cómo fue el proceso de ensamblaje?
FJ SORIANO – Entiendo que se dio de manera muy espontánea y casual. Homero y Frank se conocen de los círculos de literatura local, y en lo general todos nos conocíamos de las agencias publicitarias, de la música y de la vida nocturna. Creo que El Hombrecito fue armándose tan pronto tuvo la necesidad de crear su primer álbum.
FRANK BÁEZ – Homero y yo empezamos a hacer cosas juntos porque queríamos difundir nuestra poesía y no había editoriales ni escenarios para darla a conocer. Así que tuvimos que inventar de la nada. A medida que avanzábamos se fueron incorporando los músicos, y el proyecto fue tomando un rumbo sorpresivo e interesante que no era el que habíamos pensado en un principio.
HOMERO PUMAROL – Fue un proceso arduo y agradable, pues reconocimos cosas que nos gustaban mucho y cosas que no, más que nada fue un proceso de apertura hacia nuevas posibilidades.
NAU – ¿Canciones o poemas? porque entre el primer disco y el segundo se notan cambios. En Llegó el Hombrecito, los textos tienen mucho protagonismo y la música parece acompañar, en La última vuelta, ya se percibe una suerte de simbiosis, ya no son poemas más música, hay algo más mestizo. En Fin de la transmisión están más acoplados y en ocasiones da la sensación de tratarse de canciones, aunque sigue habiendo mucha narrativa y una actitud en contra de lo lírico. “Hemos encontrado nuestro género” dice Homero.
HOMERO PUMAROL – Son poeciones.
FJ SORIANO – Hay elementos de ambas cosas, tanto de poesía como de la composición de una canción, sobre todo en Fin de la Transmisión, donde mucho de los temas pueden corresponder con el formato de una canción. Por supuesto que no dejan de ser poemas porque provienen de dos poetas que no necesariamente componen para que esos temas sean canciones. Así comenzó, tanto Llegó el Hombrecito como La última vuelta, como producciones que se alimentaron de poemas previamente escritos, pero en esta tercera producción estamos más cerca de llamarle canciones. Por algo nos identifica el género de spoken word, que es como ese in between, o el paralelo donde coexisten el poema y la canción.
FRANK BÁEZ – A mí la verdad el concepto spoken word no me gusta. Lo hemos utilizado para que la gente no piense que vamos a realizar una lectura de poesía. Pero estoy convencido que lo que hacemos siguen siendo poemas. Para mí la estructura más interesante y poderosa que existe es la del poema, ya que es como un camaleón que se puede transformar y adaptar a todo: puede pasar por canción, por instalación, por dibujo, por algoritmo, por cuento, por monólogo de comedia, por teatro, etc. Y además creo que El Hombrecito tiene algo único… es una banda de poemas. Todas las bandas hacen canciones. Por lo que no está mal que haya una que se dedique a hacer poemas.
MARINO PEÑA – Ha sido la evolución natural de El Hombrecito. Comenzó siendo poesía acompañada de música “improvisada” (hasta cierto punto), hasta convertirse en una simbiosis donde la poesía necesita tanto de la música, como la música necesita a sus poetas.
NAU – ¿En qué consiste el proyecto RADIO HITO? ¿es una especie de trabajo documental a través de la poesía y la música?
ÁNGEL ROSARIO – A diferencia de los otros dos álbumes, Fin de la transmisión no es el punto de partida de una nueva etapa de El Hombrecito, es el cierre del proyecto Radio HITO. Una emisora ficticia que viaja en el tiempo. Con este proyecto nos propusimos contar la historia contemporánea dominicana a través de la historia de la radio. Fue un proceso de documentación que inspiró todo el contenido nuevo y que evolucionó nuestro performance en vivo. Este proceso nos llevó a reinventar toda la propuesta de El Hombrecito.
FJ SORIANO – Todo comenzó en 2015 con una conversación sobre la calle El Conde. Ángel y yo comenzamos aquella conversación citando a Frank que alguna vez había mencionado que si una catástrofe sacudiera la isla en algún rincón quedaría una radio sonando los temas del Hombrecito. RADIO HITO no es más que una forma de pagar tributo a nuestra preciada memoria local, una historia que se cuenta a través de la radio y de personajes que estuvieron relacionados a ella. Comenzó con una serie de podcasts realizadas a reconocidas figuras de la radio dominicana. Financiados por el Centro Cultural de España, produjimos estos podcasts y los colocamos en un aparato de época (Un radio antiguo que servia de soporte visual y un i-pod colocado detrás donde se conectaban dos audífonos por medio a otra interfase), aparato que bautizamos como “La Radiola”. Con este aparato hicimos giras por locales culturales y bares para que los visitantes de estos espacios escucharan la programación que diseñamos. En ella podían escuchar los podcasts, comerciales y canciones de época. Todo esto concluyó en un gran evento en donde participaron varios de los invitados de los podcasts y que realizamos en el Centro Cultural de España: Radio HITO (En vivo en el CCE Sto Dgo).
NAU – En una entrevista comentan que han tocado en un montón de lugares “absurdos”, en los que una banda no tocaría ¿en qué lugares toca El Hombrecito? ¿y cómo es que esa multiplicidad de lugares en los que pueden tocar tiene que ver con su propuesta?
HOMERO PUMAROL – nosotros tocamos en el alma. Pero en serio. Siempre tratamos de establecer diálogos con los lugares donde tocamos y siempre salimos enriquecidos de cada experiencia.
FRANK BÁEZ – Sí, hemos tocado en muchos lugares absurdos. Cada año realizamos un evento en un colmado de la Zona Colonial de Santo Domingo que se conoce como La Nochebuena de El Hombrecito. No sé bien cuál es el equivalente a “colmado” en Argentina. Supongo que tienda. El colmado es un espacio pequeño donde puedes comprar productos al detalle y la gente va a beber y a ver los juegos de pelota. En Santo Domingo hay uno en cada esquina. Pues nosotros tocamos en uno de estos sitios cada Navidad y ya se ha vuelto un evento tradicional. También hemos sido una especie de instalación. En una de sus exposiciones, Quisqueya Henríquez, una artista dominicana, hizo una plataforma especial para que El Hombrecito tocara. Durante la acción, estábamos ubicados un metro por debajo del público. Así que el público tenía que bajar la cabeza para vernos como si realmente fuéramos pequeños. En fin, El Hombrecito no está encasillado a un espacio. Podemos tocar en un festival de música pretencioso, en un parque o en un templo evangélico.
ÁNGEL ROSARIO – Algo que nos mantiene unidos es la necesidad de reinvención constante. De luchar contra una fórmula. Este proyecto surgió del encuentro entre la poesía y la música. Pero a lo largo del viaje seguimos buscando otras esquinas; los espacios de presentación y el repertorio; la documentación y el trabajo de grabación en el estudio; las colaboraciones con otros artistas y las plataformas que hemos desarrollado. De estos encuentros surge la mejor historia que hemos podido contar. La historia misma de El Hombrecito.
NAU – Los poemas parten de una experiencia personal, pero siempre se mezclan con historias, lugares, ritmos y personajes de la ciudad ¿Santo Domingo es la protagonista de los poemas/canciones de El Hombrecito?
MARINO PEÑA – Creo que sin buscarlo, somos un reflejo de las calles de Santo Domingo, su gente, sus desgracias, sus virtudes, sus colores…
FRANK BÁEZ – En El Hombrecito todos somos distintos. Pero si hay algo que nos une es que habitamos la misma ciudad. En ese sentido, creo que Santo Domingo sirve para conceptualizar el trabajo que hacemos. En Fin de la transmisión hay dos temas (Palacio de la esquizofrenia y Caronte) que discurren sobre dos espacios definidos: un café que está ubicado frente al Parque Colón, que en su época de esplendor fue frecuentado por poetas y artistas, y que se conoce como El Palacio de la esquizofrenia; y una zona ubicada al oeste, que se conoce como Los kilómetros y que finaliza en un área industrial y llena de moteles. Ahora que lo pienso, si alguien hiciera un mapa de Santo Domingo siguiendo los versos que aparecen en los discos de El Hombrecito, de seguro recorrería una gran parte de la ciudad.
NAU – Hay algo que llama la atención en el nuevo disco: la pieza que le da título al disco es la primera de El Hombrecito donde no aparecen las voces de Homero Pumarol o de Frank Báez. ¿Cómo es esto?
FJ SORIANO – Fin de la transmisión es un tema descartado. Tomamos la melodía y decidimos hacerla instrumental. De ahí que Marino, quien estuvo a cargo de las grabaciones y gran parte de la producción del álbum, decidiera utilizar audios que le dieron más sentido al tema.
MARINO PEÑA – Como ese es el último tema del álbum, lo vi como la oportunidad de resumir el proyecto y las 8 canciones de Frank y Homero en una. Así que desarrollé la siguiente historia: descubrimos una señal de radio de procedencia desconocida. Lo único que sabemos es que viene de algún lugar “perdido” en el caribe, (aparentemente de República Dominicana). Esta señal se entrelaza con los demás temas y toma vida propia; recoge los 8 temas y se apropia de ellos, tomando lo que le interesa de cada poema. Al final diversas señales de radio alrededor del mundo se unen y se apropian de todo y terminan todas unidas transmitiendo bajo una misma señal: Radio HITO. Utilicé audios originales de Radio Guarachita (estación tradicional de música popular dominicana) para la primera parte del tema. En la segunda y tercera parte hay extractos de todos los temas del álbum tratando de hacer sentido y la cuarta parte (la parte final) cuenta con frecuencias de radios fantasmas de alrededor del mundo: señales que están en el aire desde hace más de 50 años, muchas de ellas de la segunda guerra mundial y la guerra fría… audios en ruso, francés, chino e inglés.
NAU – El disco homenajea a varios artistas dominicanos pocos conocidos en Argentina. Por ejemplo, Luis Días, a quien le dedican la pieza So Long Veterano. En Sound Cloud hay una descripción del tema donde se lee que: “Se trata de una elegía escrita por Homero Pumarol a los pocos días de la muerte de Luis ‘Terror’ Días. Refiere, entre otras cosas, la última noche que ambos compartieron en un colmado de la Zona Colonial”. ¿Qué significó Luis Días para El Hombrecito?
FJ SORIANO – Luis Días, el gran compositor de Baila en la calle fue y siempre será una fuente de inspiración de todo movimiento emergente de arte y música dominicana. Luis era un transgresor, promotor de la cultura popular y tradicional dominicana. Era muy amigo de Homero y de todos nosotros. Marino fue guitarrista de La Victoria, uno de sus múltiples proyectos. Nos visitaba a los ensayos cuando estuvimos en la Zona Colonial en nuestros comienzos, en el estudio del fotógrafo Jaime Guerra, quien por cierto hizo una foto emblemática de Luis “Terror” Días y ha sido responsable de todas las fotos de nuestros discos.
ÁNGEL ROSARIO – Su visión y su manera de contar historias siempre ha sido una inspiración para todos nosotros. En La última vuelta se escucha un audio donde Luis Días dice “Crear una melodía a partir del paseo del merengue. Y entonces hablar de un paseo por la parte alta, de noche a oscuras y describir lo que pasa. Siempre que con el concepto de hacer cine con la palabra”.
MARINO PEÑA – Para mi tiene un significado muy especial. Soy fan de Luis y su música desde la adolescencia y tuve la dicha de formar parte de su banda desde 1999 hasta el día de su muerte.
NAU – Algo nuevo es la referencia al Heavy Metal. No sólo por algunos de los temas, sino por el texto de Un T Shirt de Iron Maiden, que es un poco una parodia de los jóvenes metálicos y al mismo tiempo parece ser un canto de nostalgia a una época.
FJ SORIANO – Casi todos en el grupo escuchábamos a Iron Maiden de chicos, sobre todo Marino que es fan empedernido y fue guitarrista de bandas de heavy metal locales como Quo Vadis.
MARINO PEÑA – Casi todos los músicos en dominicana que en algún momento tocaron o tocan rock, se iniciaron escuchando Heavy Metal (yo todavía me siento a escuchar Iron maiden, Judas Priest, Black Sabbath…), por lo tanto, hasta cierto punto, nos vemos reflejados en Un TShirt De Iron Maiden. Si no te ves, ves a tu primo, a tus amigos, a la única vecina…
NAU – Fin de la transmisión es un disco sombrío, y tiene ese feeling de un fin de algo o de un cambio de época. Me resulta curioso que tanto éste como el disco anterior hablan de finales. Al leer los títulos uno piensa que se trata del último trabajo de El Hombrecito.
FJ SORIANO – El final es el principio de muchas cosas. En Fin de la Transmisión se respira mucha nostalgia y la razón es que atravesamos períodos difíciles: muerte de familiares, accidentes, rupturas emocionales… No diría que hay un gran tema, en lo particular creo que hay dos El Tiempo es un Asteroide y Caronte.
ÁNGEL ROSARIO – No es casual que El tiempo es un asteroide y Caronte abran y cierren el álbum. Me gusta mucho cómo dialogan entre sí. Resumen muy bien muchos puntos en común que tenemos como grupo.
MARINO PEÑA – Es un final, que da inicio a una nueva etapa. Creo que luego de 10 años encontramos nuestro sonido, nuestra forma de trabajar y aunque es difícil, nos sentimos a gusto, porque cómodos nunca.