¿Poesía viajando en trolebús? ¿poesía en la calle? ¿en plazas? ¿en el puerto? ¿a bordo de lanchas? ¿en el mar? Dónde, si no en Valparaíso, en el Festival de Poesía A Cielo Abierto.
por Jaime Pinos
Valparaíso es un puerto viejo con una tradición poética importante. Rubén Darío publicó aquí su libro Azul. Carlos Pezoa Véliz, fundador de la poesía chilena moderna, vivió y escribió en la ciudad. Neruda vivió en el Puerto y escribió parte del Canto General en un sótano en Cerro Lecheros, mientras se encontraba perseguido y clandestino. Gonzalo Rojas vivió también en Valparaíso donde escribió casi por completo uno de sus libros esenciales, La miseria del hombre. Juan Luis Martínez nació en el cerro San Juan de Dios, a ello se debe la identidad con que a veces reemplaza su nombre civil: Juan de Dios Martínez.
Hace diez años se organizó por primera vez el Festival de Poesía de Valparaíso A Cielo Abierto. Al inicio fue un encuentro de poetas chilenos, venidos desde distintos puntos del país, que se congregaban durante unos días en la ciudad. Un encuentro de escritores. La perspectiva de buscar una audiencia más allá de la literatura, de expandir la recepción de la poesía a nuevos ámbitos, ha alumbrado el trabajo en los años posteriores. El proyecto ha ido creciendo. En sus últimas dos versiones, el festival adquiere la calidad de internacional contando con la participación de destacados autores de Italia y Perú. Sin embargo, la poética del festival se ha mantenido a lo largo de estos años. Una poética resumida en esta frase: A Cielo Abierto es poesía para todos. Poesía por todos lados.
Las lanchas confluyen en un punto en el centro de la bahía. Los lancheros apagan los motores. Los poetas comienzan a leer desde una de las lanchas. Sus palabras resuenan en la noche, en el mar oscuro, en el cielo invertido de Valparaíso.
Sacar a la poesía de sus espacios habituales, de sus zonas de confort. Universidades, centros culturales, bares. Sacarla a la calle, ponerla en el camino del transeúnte. Valparaíso es un laberinto, un anfiteatro frente al mar. Sus calles estrechas y verticales propician la deriva. Las lecturas en el espacio público del festival trazan un recorrido por calles y lugares principales del Puerto. Un recorrido guiado por la presencia viva de la palabra. A Cielo Abierto es una oportunidad de encontrarse con esa forma de la imaginación y el pensamiento que es la poesía, en las calles de Valparaíso.
A Cielo Abierto es una invitación a vivir la poesía como una experiencia cotidiana y accesible a todos quienes tengan interés o curiosidad por leer, ver y escuchar.
El Festival incluye talleres y mesas de diálogo. Y lecturas, por supuesto. Las lecturas se realizan en calles y plazas del Puerto, a bordo de los trolebuses, en el mar. La lectura en el mar es la actividad emblemática del festival.
La situación es ésta.
Los años dorados del puerto de Valparaíso, antes del canal de Panamá, están lejos. Sin embargo, sigue siendo un puerto importante. Como puerto de carga y punto de recalada de cruceros. La bahía también es un paseo turístico tradicional. Las familias concurren durante el día y abordan las lanchas para dar una vuelta y ver los cerros desde el mar, los buques de la armada, los transatlánticos, los pesqueros. Todo ese movimiento hace del Muelle Prat uno de los lugares más vitales del Puerto.
Convocamos a la gente ahí, al Muelle Prat, cuando ya cae el sol. Hasta cuatrocientas personas han concurrido a las lecturas. Se hace el embarque, lancha tras lancha, mientras cae la noche y empiezan a encenderse las luces del Puerto. Las lanchas confluyen en un punto en el centro de la bahía. Los lancheros apagan los motores. Valparaíso de noche es un cielo invertido, escribió alguna vez Nicanor Parra. El sonido del agua, el vaivén de la marea, el frío mar adentro. Los poetas comienzan a leer desde una de las lanchas. Sus palabras resuenan en la noche, en el mar oscuro, en el cielo invertido de Valparaíso.
Poesía a cielo abierto. Poesía en la calle, en el paisaje. Construir esa situación. Ese encuentro. La poesía como esa situación, como ese encuentro. Todos podemos escuchar la voz del mar. Es que, en verdad, desde que existe el mundo/ La voz del mar en mi persona estaba. Se canta el mar. Eso también lo escribió Nicanor.
Valparaíso. Noviembre de 2018
Jaime Pinos nació en Santiago de Chile en 1970. Es poeta, escritor, editor y productor. Estudió sociología y es Licenciado en literatura y lingüística por la Universidad de Chile. Ha publicado los siguientes libros: Los bigotes de Mustafá (La Calabaza del Diablo, 1997, 2016), Criminal (La Calabaza del Diablo, 2003, 2017), Almanaque (Lanzallamas, 2007, 2016), 80 días (Alquimia Ediciones, 2014), Visión Periférica (Das Kapital, 2015) y Trabajo de Campo (La Liga de la Justicia ediciones, 2017). Fue creador y editor del sello independiente La Calabaza del Diablo y de la revista homónima. Integrante del colectivo editorial Lanzallamas. Ha practicado la crítica literaria en diversos medios impresos y digitales. Es uno de los organizadores de A Cielo Abierto. Festival de Poesía de Valparaíso. En 2017 recibió el Premio a la Trayectoria Poética de la Fundación Pablo Neruda.