¿Cuánta materialidad tiene la poesía? ¿Por qué ver poesía en vivo? ¿Qué es un poema? Pistas Mestizas es un dispositivo convivial y mutante para que la poesía suceda.
por Las Mestizas
Después de dos años de estar haciendo Pistas Mestizas llegamos a que la definición más aproximada es “poesía teatral”. Hasta este momento, se realizaron las Pistas Mestizas vol. I en marzo del 2017 en Factor C; vol. II “Pistas Disidentes” en El Galpón Enciclopédico, en julio del 2017, y vol. III “La guerra de los símbolos” en noviembre de 2018. Cada una de ellas es efímera, tiene su propio relato y espacio, distintas participantes y dialoga con la coyuntura del momento.
Pistas Mestizas vol. I surge para acompañar visual y corporalmente unas canciones. El público fue intervenido con pintura y acciones; y el acontecimiento terminaba con un manifiesto, que quedó enmarcado en las casas de amigues. Éramos dos personas. Compusimos, actuamos, reciclamos nylon que hacía de escenario y vestuario, hicimos un video flyer con las preguntas que nos generaba la experiencia y otros posteriores con registros del público.
Para las Pistas Mestizas vol. II parte importante de la composición escénica fue el espacio mismo, El Galpón Enciclopédico. En este caso éramos tres, con delantales y linternas, que guiábamos al público por un recorrido en el galpón, interactuando con los objetos ya sea a modo de canción, lectura, poesía, baile o improvisación. En estas manifestaciones había superposiciones y diferencias en el contenido, para practicar la disidencia.
El final ponía de protagonista al público, a quien se le pedía que eligiera un objeto para intervenir con su recuerdo escrito.
En estas pistas descubrimos que más que actuación, poner el cuerpo significaba habitar la escena: dar una respuesta a la situación que obedece a una organización previa y a la vez es genuina con lo que demanda el momento. Si bien hay un video teaser previo que realizó un amigo adolescente, casi no hay registro visual ya que archivamos todos los celulares del público antes de comenzar el recorrido.
Pistas Mestizas vol. III nos viene llevando un proceso de más de un año. En este caso, comenzamos trabajando sobre conceptos y charlas que esbozaron un guión. Los materiales poéticos, visuales, sonoros, vestuarios, instalación, videos, afiches, rituales, se construyeron en base a ese guión. Se incorporaron cuatro personas (siempre fuimos mujeres), un total de siete, teniendo un día de reunión semanal en el cual nos preparábamos para habitar la escena. Cada martes experimentamos distintas aristas de este proceso amoroso: comida a la canasta, entradas en calor, biodanza, un ritual de iniciación, festejo de cumpleaños, cantos de las mujeres de la montaña, contención para la que ese día estaba triste o la había atropellado un auto. Todo con la máxima de “menos tedio y más deseo”, que nadie sintiese una obligación exterior de asistir, sino ganas propias. Nadie se imponía, ni sometía, porque había una dirección, no una directora. Este proceso, que llamamos feminista, nos preparó para que los dos días consecutivos de acontecimiento frente a público no hubiese posibilidad de error: habitar la escena es realizar tareas, no imitar una forma. Pedimos registros escritos de distintas personas que asistieron, y que suban sus fotos a pistasmestizas. También pedimos como registro audios de whatsapp que describen las escenas, con los cuales estamos realizando un archivo audiovisual, generando nuevo material.
Las pistas mestizas son los rastros que elegimos seguir para significar la realidad semiotizando en arte. No tienen una frecuencia específica, ni una demanda externa, sino que las comenzamos cuando se madura el momento de hacerlas. Descubrimos más en el proceso de hacerlas, que lo que sabíamos previamente que íbamos a realizar. Es un proceso largo, como el de escalar una montaña, en el cual la cumbre es el acontecimiento compartido con el público. Todavía estamos descendiendo del vol.III. Tanto la preparación como la evaluación son las instancias que más nos conmueven, ya que sentimos que nos articulan de modos que al patriarcado no le caben.
Las Mestizas funcionan como colectiva no como individuas desde el año 2017, en Bahía Blanca, Argentina, entendiendo que en el diálogo surgen las ideas y que nadie trabaja para nadie sino que son una interdependencia de opiniones, tareas y cuerpos.
Su conformación se viene expandiendo a partir de relaciones de amistad, por haber trabajado juntas en proyectos anteriores, por convivencia, a partir de charlas íntimas emocionales que devinieron en interés de compartir, a través de la manifestación del deseo de participar, por frecuentarse en espacios de arte y sentir perspectivas similares.
Al ser un proceso vivo no pueden predecir su composición futura.